El limpiaparabrisas es uno de los elementos del carro más importantes para nuestra seguridad. Fueron inventados por Mary Anderson en 1903, cuando encontró la alternativa a que los conductores tuvieran que bajar del coche para eliminar el agua o la nieve del parabrisas con un sencillo mecanismo.

Empezó siendo un sistema mecánico que se manejaba manualmente desde dentro del vehículo, hasta que en 1964 Robert Kearns inventó el limpiaparabrisas eléctrico intermitente, que continuó evolucionando hasta el que conocemos hoy.

En la actualidad, hay dos tipos de limpiaparabrisas, los de escobillas planas, totalmente de goma, de alta eficacia en el barrido y menor fricción en el parabrisas, y los de escobillas tradicionales, que tienen doble pintura anticorrosiva, estructura metálica robusta, resistente y durable.

Independientemente del tipo de limpiaparabrisas que lleve tu coche, es necesario brindarle cuidados oportunos, ya que gracias a ellos puedes tener la visibilidad que necesitas para conducir con seguridad. 

La seguridad y los limpiaparabrisas

¿Sabías que un limpiaparabrisas en mal estado puede reducir hasta en un 20% la visibilidad en carretera en condiciones normales? Este porcentaje es aún mayor si hay lluvia, nieve o nubes de polvo. El estado de las escobillas del limpiaparabrisas es tan determinante que si están defectuosas pueden llegar a rayar la luna delantera.

Conducir con seguridad comienza con tener una perfecta visibilidad, por esta razón es determinante contar con unos limpiaparabrisas en buen estado cuando las condiciones meteorológicas son adversas. Lo mismo ocurre si no llueve pero el cristal está sucio y quieres limpiarlo, si las escobillas no están en buen estado la suciedad se acumulará en ellas, dejando la luna delantera peor que como estaba.

¿Cómo limpiar el limpiaparabrisas de tu coche?

Limpiar los limpiaparabrisas es una operación sencilla que debes realizar al menos una vez al mes, o si notas que al activarlos la luna no queda limpia y se ha ensuciado más de lo normal.

Sigue los pasos que te describimos a continuación y obtendrás el mejor resultado:

  • Desmonta cuidadosamente las escobillas del brazo, y limpia este con algún producto que te permita retirar el polvo que tenga adherido.
  • Utiliza un trapo húmedo para limpiar las escobillas. Puedes usar solo agua o algún producto limpiacristales. En ningún momento uses esponjas de metal, cepillos ni herramientas filosas que puedan dañar la goma.
  • Si el polvo y la suciedad acumulados no salen, puedes frotar suavemente con una esponja suave.
  • Vuelve a instalar las escobillas en el brazo, asegurándote de que encajen correctamente.
  • Asegúrate de que los eyectores de agua no estén obstruidos, y en caso de que lo estén intenta abrirlos con ayuda de un alfiler. Nunca utilices mezclas caseras de agua y jabón, ya que pueden tapar los conductos de los eyectores y estropearlos, además de quitarle brillo a la luna.
  • Comprueba el nivel del líquido limpiador y rellena el depósito si es necesario. 

¿Cómo y cuándo cambiar las gomas de los limpiaparabrisas?

Los expertos recomiendan que las gomas de los limpiaparabrisas se cambien una vez al año, ya que con el uso y el paso del tiempo suelen desgastarse. Sin embargo, si antes de este lapso notas que las gomas dejan rastros en el parabrisas, debes reemplazarlas.

La recomendación principal es comprar unas escobillas compatibles con el modelo de tu coche, ya que el anclaje varía de un modelo a otro. Además, presta atención al largo de la goma, pues si es muy larga y toca el marco del cristal se estropeará en poco tiempo, mientras que si es muy corta quedará superficie de la luna sin limpiar.

El primer paso para cambiar las escobillas es poner los limpiaparabrisas en posición vertical, para esto, activa el sistema y detenlo cuando lleguen a esta posición. Para proteger el parabrisas del salto imprevisto del muelle del brazo, coloca un paño sobre el cristal.

Antes de retirar las escobillas usadas, consulta el manual de tu coche, así te aseguras de que lo estás haciendo correctamente. Una vez retiradas coloca las nuevas, asegurándote de que el clip de fijación quede bien sujeto. Antes de ponerlas en funcionamiento, tira un poco de ellas para verificar que no se mueven.

Ten en cuenta que si activas los limpiaparabrisas y la escobilla se sale del brazo, este puede rayar la luna o llegar incluso a romper el cristal. Finalmente, echa agua en el cristal del carro para comprobar que las nuevas escobillas limpian correctamente, ya que nunca deben trabajar en seco.

Algunos consejos para alargar la vida útil de los limpiaparabrisas

Con solo algunos cuidados básicos tus limpiaparabrisas pueden, no solo limpiar perfectamente el cristal de la luna, sino además durar un tiempo largo si sigues estos consejos:

  • No permitas que se acumule suciedad en las escobillas.
  • Evita exponerlos a temperaturas extremas. Si el coche debe dormir a la intemperie  durante el invierno, es mejor que cubras la luna con una toalla.
  • No actives el sistema si el limpiaparabrisas está congelado o tiene arena. En ambos casos, la goma se deterioraría, y la arena podría, además, rayar la luna.

La limpieza y el mantenimiento a los limpiaparabrisas es un proceso sencillo pero fundamental para su buen funcionamiento. No escatimes en cuidados para que puedas tener siempre una experiencia de conducción agradable y segura.

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