Hay un elemento clave en la duración y funcionamiento de su automóvil, esencial para alargar su vida del motor. Sí, estamos hablando del aceite.
¿Pero cada cuánto hay que cambiarlo?
La respuesta es tan sencilla como “lo que indique el fabricante”. Cuando vaya al taller, asegúrese de que el aceite utilizado está dentro de las características permitidas para su modelo, ya que los aceites pueden tener distintos tipos de viscosidad y están pensados para funcionar en un rango determinado de temperaturas, por lo que algunos son ideales en las zonas muy frías y otros en las muy cálidas.
Del mismo modo el fabricante también señala cuándo hay que realizar el cambio de aceite, aunque lo más habitual es cada 15.000 kilómetros con un aceite sintético, los más habituales desde hace más de 20 años. Pero también es importante la duración en tiempo y, en caso de no realizar demasiados kilómetros, los expertos no recomiendan tardar mucho más de un año en realizar el cambio de aceite para evitar mayor suciedad e impurezas que, a la larga, pueden perjudicar al motor.
Sin embargo, el tipo de conducción y el uso habitual o no del mismo puede provocar algunos cambios que debemos tener en cuenta con continuas revisiones. Así, se recomienda que se compruebe el estado del aceite cada 3.000 kilómetros. De esta manera comprobara si este se encuentra en el nivel adecuado, podrá prevenir a tiempo una posible avería si el nivel es bajo y, además, también se debe comprobar si está demasiado sucio. En este último caso se recomienda cambiarlo aunque no se hayan llegado a los kilómetros establecidos y sabrás que es necesario porque el aceite estará demasiado negro.
