Aunque son muchas las ayudas tecnológicas que traen los carros modernos no sobra recordar estas recomendaciones para que no pague extra la tanqueada.

Algunos son simples, pero recuerdan las posibilidades de ahorro según nuestro modo de manejo o características del vehículo, otras llaman la atención sobre comportamientos y formas correctas de conducir en nuestra geografía y algunos más dan ideas para aprovechar mejor las circunstancias en aras de disminuir el consumo de combustible, lo que se traduce en un ahorro para el bolsillo y para la naturaleza.

1 Si Quiere ahorrar maneje bien

Para empezar, recuerde que el principio básico de la conducción económica consiste en circular de manera uniforme y no a base de acelerar abruptamente, lo que tampoco significa que tenga que ir despacio.

Un dato, los automóviles, obtienen un 20 por ciento más de rendimiento en el consumo de combustible a 60 kilómetros por hora que a 90kph. Un manejo uniforme también le ayuda a ahorrar frenos.

2 El peor enemigo: el tráfico

La conducción por la ciudad implica un mayor consumo de combustible; por lo tanto, conviene estudiar los trayectos, elegir los que presentan un tráfico más fluido cosa para la cual ya existen herramientas tecnológicas que ayudan a descifrar las mejores rutas. En todo caso, ya muchos vehículos tienen el sistema Start&Stop que libra de este consumo. Y si ya está en un embotellamiento, trate de dejar una distancia adecuada para que su carro no tenga que ‘oler’ las emisiones del de adelante pues la máquina trabaja más forzada por menos oxígeno y mayor temperatura.

2 Ante todo el mantenimiento

Se debe realizar el mantenimiento del vehículo en los periodos establecidos por el fabricante ya que un motor perfectamente afinado puede ahorrar hasta un kilómetro por galón de gasolina y ayuda, de paso, a reducir las emisiones de gases que contaminan. Si usted no tiene la certeza de que el motor y sus piezas están en perfecto estado, es bueno que lo haga revisar si nota que aumentó su consumo.

4 La presión de las llantas

Revisar semanalmente la presión le ahorra dinero tanto en el desgaste de las llantas como en el costo de gasolina. Si las llantas están demasiado gastadas, el consumo se puede aumentar entre un 10 y un 20 por ciento si no se tiene la presión adecuada en las llantas.

5 Ojo con el peso

No lleve peso innecesario en el vehículo; 50 kilos extra pueden aumentar el consumo de combustible hasta en un 30 por ciento. Así que revise su baúl y saque de allí lo que no vaya a requerir en su tránsito diario.

6 Calentamiento sí pero corto

Uno de los momentos en los cuales más daño se le hace a un motor y más consumo genera es al prenderlo en frío debido a que el aceite ha escurrido al cárter y mientras regresa a lubricar todas las partes, transcurren algunos segundos. Dejarlo calentar máximo un minuto y manejar despacio durante los primeros metros es una manera más eficiente de calentarlo y le va a ahorrar también dinero en la tanqueada.

7 Use el aire acondicionado a conciencia

Si el automóvil tiene aire acondicionado, utilícelo únicamente cuando sea necesario. Cuando lo use, evítele trabajos adicionales, cierre las ventanillas y utilice el aire recirculante de la cabina si el carro estaba a la sombra. Si tiene la posibilidad de ir a alta velocidad puede que sea más eficiente para enfriar la cabina el tener abajo las ventanas. Este elemento siempre requiere entre 2 y 4 caballos de potencia, lo que significa un aumento en el consumo.

8 Tamaño vs consumo

Recuerde que el tamaño del motor y la factura del kilometraje por galón van en relación directa. No se puede pretender tener un consistente motor de ocho cilindros en V, con cuatro litros de desplazamiento o máquinas similares, que no gasten cuatro o más veces que un pequeño motor de 1.000 c.c. Esta ecuación seguirá siendo directamente proporcional.

9 Poco acelerador tampoco es bueno

Si apenas se toca el acelerador, por supuesto que se ahorra combustible, pero ojo pues rodar el motor de manera permanente a bajos regímenes de revoluciones produce en el largo plazo daños que son más caros que el gasto en gasolina. Eso de arrancar y poner los cuatro cambios iniciales de la caja en menos de una cuadra, es dañar el motor pues este se convierte en una fábrica de carbón, hollín y residuos que van gastando todas las partes interiores, contaminan el aceite y reducen su poder lubricante. Un motor debe usarse como mínimo entre 3.000 y 4.000 revoluciones para obtener de él su máximo rendimiento y duración.

10 El sitio de uso

Un carro de carretera siempre está más sano, mejor conservado y rinde más que uno de ciudad. Hay quienes creen equivocadamente que ir de Bogotá a Cartagena y regresar es un gran esfuerzo para su carro y lo alaban por cumplir la ruta, cuando este trabajo es un juego de niños para la máquina. Son apenas 2.500 kilómetros, en buen clima, con gran rendimiento a nivel del mar, que en Bogotá representan un mes de huecos, trancones, arrancadas, tráfico y mal uso.

11 Ahorro en carretera

Con mayor razón, usando el motor en su curva de mejor rendimiento, más o menos en el orden de revoluciones que citamos, especialmente si hay ascensos se obtiene el mejor rendimiento. Nunca deje «colgar» el motor. Es mejor subir a medio acelerador en segunda, que con todo el pedal a fondo en cuarta, situación en la cual el consumo será máximo y la potencia mínima, con el consecuente daño de la máquina.

12 Mezcla para ahorrar: extra y corriente

Al usar el automóvil en altura, estamos consumiendo un aire menos denso y con menor cantidad de oxígeno, lo cual implica dos cosas. Por una parte, al usar un aire más delgado, la presión dentro del cilindro baja y de una relación de compresión nominal de 9.5 a 1, a la altura de Bogotá caemos inevitablemente a 8.2 a 1 aproximadamente. En ese momento, el motor produce un 30% menos de potencia (10% menos por cada 1.000 metros de altura) y la combustión es más lenta por el poco oxígeno, esto hace que cuando usamos el motor en altura, baja el requisito de octanaje, de ahí que muchísimos motores puedan rodar en Bogotá con gasolina corriente, eso sí, no olvide que si sale de viaje, hacia alturas, a medida que baje va a inflar su motor con un aire más denso y comenzará a aumentar rápidamente la necesidad de octanos, por lo cual usar extra para viajar es más que recomendable para no correr riesgos.

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