Las llantas pueden ser fácilmente el elemento que más descuidamos en nuestros vehículos, dándose esto, porque la preocupación siempre se enfoca en el estado del motor, lubricación, suspensión y hasta el propio freno; pero las llantas las obviamos por el hecho de pensar que pueden aguantar un poco más. Hasta las suelen remarcar, porque se tiene la falsa percepción de que el espesor del caucho así lo permite. Y nada más erróneo que esa percepción.

¿Por qué?
Porque hay que saber si las llantas permiten o no un regrabado. Esto se puede preguntar directamente en el punto de venta donde consigues tu neumático. Pero ahora, si la llanta no permite un regrabado, es importante mirar el estado de ella, pues esto nos puede dar el indicativo de si debe cambiarse o no.

Ahora, esto no debería hacerse por el mero hecho estético, sino, por temas como seguridad y por normativas.

Seguridad: Una llanta lisa pierde propiedades para adherirse al suelo, por lo que la respuesta de frenado será muchísimo menor. También se dan altos riesgos de explosión de las mismas, bien sean por tener una superficie ya afectada que hará que se fisure por dilatación del caucho por fricción o por no tener la capacidad de carga, deformación y absorción de golpe de cuando es una llanta nueva. Por lo que, viéndose desde este punto de vista, los riesgos de choques aumentan (sin importar las condiciones climatológicas), la posibilidad de que estalle la llanta en movimiento será algo más que latente, por lo que un volcamiento puede ser toda una realidad.

Y al hablarse de accidentes, es más que necesario que se dan los riesgos de que nosotros mismos salgamos afectados por medio de heridas, lesiones y hasta la muerte. Y siendo peor, ocasionando esto a los ocupantes que nos acompañe o demás actores viales, por lo que podemos ser inculpados de homicidio (según su tipo).

Sabiendo lo anterior, es necesario hacer mención que las llantas no solo cumplen normativas de construcción, las personas deben cumplir unas leyes, decretos o resoluciones. Todas ellas dan a saber la debida infracción que se estaría cometiendo, así como la multa a recibir, que en Colombia, sería de 15 SMLV, poco más de $523.000.

Sabiendo todo esto, es bueno observar de forma constante el estado de tus llantas. Y si tienes dudas, puedes acercarte a una Serviteca y solicitar que los expertos la analicen y den su veredicto. Así te evitarás dolores de cabeza y percances. Nada como la tranquilidad de tener una llanta en buen estado.

Normativas:
Decreto 1430 de 2022
LEY 2290 DE 2023
Resolución No. 3027 del 26 de julio de 2010
Ley 1383 de 2010